Si no mides, no aprendes, si no aprendes, no mejoras y si no mejoras, empeoras. Con referencias medibles y comparables de nuestro rendimiento no podremos saber, con certeza y fiabilidad, si nuestro entrenamiento está funcionando o no. Necesitamos referencias claras y comparables que podamos obtener en diferentes momentos del año de forma más o menos sencilla. Esas referencias deben ser datos que nos den información sobre nuestro nivel de rendimiento específico.